miércoles, 11 de marzo de 2009

El beso de la devoción

Con el signo irrefutable de los años, pasados por la Imagen y reflejados en la policromía gastada por el amor del pueblo que a Sus Plantas redime la fe que anteriormente había hecho pública y solemne, protestada en la Función Solemne de Instituto. Así amaneció el pueblo que lo espera ya en la calle, gozando con la Presencia Divina de un Dios que es más de este mundo que nunca. Guadalcanal amaneció gozando porque Dios le dio su Mano. Le dio la Mano con la que abraza al Madero, la que nos tiende a todos para que de su Mano caminemos por el mundo. Era Domingo, segundo de Cuaresma. Y Guadalcanal sintió la necesidad de acercarse a contemplarlo, a adorarlo como en Nochebuena en el Pesebre, ahora en su Parroquia, en la Capilla de Su Madre de Guaditoca, Reina de la devoción que Juntos han compartido durante Siglos, la Devoción de Guadalcanal que una vez más se arrodilló ante el Señor: impresionante, fantástico, maravilloso, único. Orgullo de todos los cofrades de nuestra Hermandad.
Por muchos años más, que Así Sea.



No hay comentarios: